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ãÔÇåÏÉ ÇáäÓÎÉ ßÇãáÉ : Manuel Chaves Nogales, un autor imprescindible


Reem
05-08-2024, 06:20 PM
Aquellos obituarios que no pudieron publicarse en Espa?a en la hora de su muerte hace 80 a?os, cuando la condena y el silencio impuestos por el franquismo provocaron que hasta su propia familia conociera algo m?s tarde la noticia del deceso, alienta los deseos de recordar en toda su grandeza la vida azarosa de Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897 - Londres, 1944), que fue demasiado y dram?ticamente corta.

A la edad en que otros iniciaban su periodo de madurez profesional o, en el mejor de los casos, comenzaban a consolidar esa madurez, Chaves Nogales hab?a tenido ya experiencias tan intensas, en tantos ?mbitos geogr?ficos y de tan diversa naturaleza, y hab?a alcanzado tal grado de excelencia en su trabajo, que todo ello habr?a bastado para justificar y dar sentido, no a una, sino a varias vidas enteras. Por la claridad de su estilo, la eficacia de su escritura y la lucidez de sus interpretaciones, Chaves Nogales ha seguido elev?ndose a la categor?a de figura se?era y reconocida de la edad de oro del periodismo espa?ol de entreguerras.

Apenas transcurrieron treinta a?os entre sus comienzos, como meritorio en 'El liberal' -el mismo peri?dico del que fuera redactor su padre, el también periodista y cronista Manuel Chaves Rey-, y su temprano fallecimiento en Londres, ciudad a la que hab?a llegado huyendo precipitadamente del Par?s a punto de ser tomado por los nazis.

En Londres, ?ltima parada de su trayecto, donde vivir? como exiliado, colabor? con la BBC e inform? a los lectores de América Latina del desarrollo de la Segunda Guerra Mundial y de la posguerra espa?ola. Complicaciones de una operaci?n menor le provocan la muerte el 8 de mayo de 1944, s?lo unas semanas antes del desembarco aliado de Normand?a. “Llevo ocho a?os esperando ver c?mo vencen al fascismo y me voy a morir precisamente en el momento en que los aliados van a liberar Europa de sus opresores…”, confes? a su amigo Antonio Soto, quien dar?a cuenta a la familia de su ?ltimo lamento.

Muri? en Londres, por las complicaciones de una operaci?n menor el 8 de mayo de 1944, s?lo unas semanas antes del desembarco aliado de Normand?a







En su trayecto profesional, que transcurre de manera trepidante, casi sin respiro, Chaves Nogales se estableci? muy joven en Madrid, donde ampli? progresivamente su campo tem?tico y sus colaboraciones con importantes publicaciones ('Estampa', 'La Naci?n'…), ascendi? a redactor-jefe del 'Heraldo de Madrid' y lleg? a poner en marcha la mejor cabecera del pa?s: el diario 'Ahora'. Imparti? conferencias, particip? activamente en la vida intelectual y viaj? por Europa como reportero, haciendo un uso pionero de la aviaci?n.

Acérrimo defensor de la democracia, opuesto a cualquier modo de violencia pol?tica, enemigo de toda forma de tiran?a y libre de subordinaci?n a peajes ideol?gicos, asumir? riesgos severos por tratar de describir de manera fidedigna la terrible realidad de la Alemania de Hitler -donde entrevistar? al mism?simo Goebbels, jefe del aparato de propaganda del régimen- y denunciar la amenaza que representa el estado nazi para la Europa democr?tica. Un interés paralelo al que muestra por la Italia de Mussolini o por el totalitarismo de la Uni?n Soviética de Stalin.

Acérrimo defensor de la democracia, opuesto a cualquier modo de violencia pol?tica, enemigo de toda forma de tiran?a y libre de subordinaci?n a peajes ideol?gicos







Sus viajes, sus cr?nicas y reportajes (que le inspirar?n libros extraordinarios, como los dedicados a la experiencia rusa: 'La bolchevique enamorad'a, 'La vuelta a Europa en avi?n', 'Lo que ha quedado del Imperio de los zares' o 'El maestro Juan Mart?nez que estaba all?'), contribuir?n a definir los fundamentos y a consolidar el establecimiento y desarrollo del “nuevo periodismo”, del que ser? reconocido como genuino representante.

Un periodismo “de calle”, “de a pie”, que se lanza a buscar la noticia y se enfrenta cara a cara con los hechos; que primero busca e investiga, para luego contar con amenidad, independencia y lo m?s objetivamente posible, sin renunciar a la valoraci?n y la opini?n, pero dejando muy claramente diferenciado lo que es la descripci?n veraz de los hechos y la visi?n u opini?n del periodista. Sus cr?nicas, entrevistas o reportajes resultaban brillantes porque pose?a un don natural para contar, pero no por ello renunciaba a ahondar y desentra?ar lo que pudiera subyacer bajo la superficie de los hechos.

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Exposici?n ‘Chaves Nogales. Cuadernos y lugares’. Sala Santa Inés, Sevilla, 2020 .
EL CORREO DE ANDALUC?A
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Tampoco esta concepci?n del periodismo le llev? a eludir el compromiso c?vico con los principios de una sociedad democr?tica. As?, cuando se proclam? la Segunda Rep?blica en 1931, asumi? la defensa de este régimen desde su profunda convicci?n de que representaba el ?nico escenario pol?tico que garantizaba el progreso y las libertades p?blicas -entre ellas, la libertad de prensa-, y con ello el beneficio general para todos los ciudadanos. Y defendi? la Rep?blica con los medios a su alcance, sin dudas ni titubeos, pero sin eludir tampoco las cr?ticas a sus errores, ni renunciar a la denuncia de los peligros que sobre ella se cern?an. Por eso, alert? contra las actuaciones que desangraban y debilitaban desde dentro ese mismo régimen; tal fue el caso de la crisis revolucionaria de 1934 en Asturias -asunto de uno de sus mejores reportajes como enviado especial-, que calific? sin ambages como “peligroso atentado contra la Rep?blica”, pero tras cuyo desenlace también asumi? la denuncia de la excesiva dureza de la represi?n posterior.

Defendi? la Rep?blica con los medios a su alcance, sin dudas ni titubeos, pero sin eludir tampoco las cr?ticas a sus errores, ni renunciar a la denuncia de los peligros que sobre ella se cern?an







Cuando en julio de 1936 tuvo lugar la sublevaci?n militar que provocar?a la consecuente Guerra Civil, no vacil? en posicionarse del lado de la legalidad vigente. Pero cuando el gobierno republicano abandona Madrid y se traslada a Valencia, horrorizado por los bombardeos del bando rebelde contra la poblaci?n civil, pero también por la represi?n en la retaguardia y la incapacidad del ejecutivo republicano para neutralizar las milicias armadas, el entonces director de 'Ahora' decide tomar el camino del exilio hacia Par?s y desde all? escribe los estremecedores relatos sobre la guerra y la revoluci?n que integran 'A sangre y fuego', expresi?n de su convencimiento de que “ya no quedaba nada que defender” y de su absoluto rechazo a toda forma de violencia pol?tica de cualquier credo o color.

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Portada del diario 'Ahora' que ilustra la entrevista de Chaves Nogales a Manuel Aza?a.
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En Par?s desarrolla durante los tres a?os siguientes una intensa actividad period?stica pero, sabiéndose objetivo de la condena no escrita que pesa sobre él desde la citada entrevista a Goebbels, deber? huir de la capital francesa rumbo a su segundo y definitivo exilio londinense cuando los nazis est?n a punto de llegar a la ciudad, y ya nunca volver? a ver a su familia.

En el Reino Unido, desde 1940 y hasta su muerte, mantendr? una frenética actividad informativa, en contacto con otros exiliados espa?oles y orientada, en gran medida, al ?mbito hispanoamericano. En estos a?os escribe un asombroso libro, adelantado a su tiempo, ejemplo de clarividencia en su an?lisis y de perfecci?n formal: La agon?a de Francia.

Las décadas de silencio y ostracismo que pesaron sobre la vida y la obra de este insigne periodista, escritor y ensayista sevillano han sido superadas por la extraordinaria recepci?n editorial







Las décadas de silencio y ostracismo que pesaron sobre la vida y la obra de este insigne periodista, escritor y ensayista sevillano han sido gozosa y sorpresivamente superadas por la extraordinaria recepci?n editorial y por el interés también hacia su persona, que se mantienen sin decaer desde el a?o 1993. Un fen?meno que no se debe solamente a su excelente oficio ni a la innegable calidad de su escritura (con esa cumbre de la literatura biogr?fica espa?ola que es su 'Juan Belmonte, matador de toros'), ni siquiera a la mayor o menor capacidad de acierto en sus previsiones. Se debe sobre todo al papel que su discurso y sus posicionamientos han ido adquiriendo como referente ético en un momento terrible de nuestra historia, que llega a trascender para proyectarse sobre el presente, confirmando la validez universal de su inquebrantable compromiso con la causa de la libertad.



ÃßËÑ... (https://www.sport.es/es/noticias/cultura/manuel-chaves-nogales-autor-imprescindible-102111250)

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