En 2017 empez? a correr por los c?rculos period?sticos neoyorquinos una lista secreta con unos 70 hombres acusados de comportamiento sexual inapropiado, violaciones y abusos. Lo que empez? como una hoja de c?lculo de Google con el nombre de ‘Shitty Media Men List’, elaborada por sus v?ctimas a modo de autoprotecci?n, no tard? en viralizarse y convertirse en un esc?ndalo may?sculo que le estall? a su creadora, Moira Donegan. Algo muy similar sucede al inicio de la novela ‘La lista’ (AdN), de la periodista brit?nica especializada en feminismo Yomi Adegoke, protagonizada por una pareja de influencers a punto de casarse, Ola y Michael, hasta que el nombre de él aparece en una lista de depredadores.

?Lo personal es pol?tico hasta que tocan a alguien a quien quieres?

Veo mucha diferencia entre como tratamos a alguien que conocemos y a alguien que no. Es f?cil militar pol?ticamente cuando lo ?nico que haces es retuitear un hashtag. Es una pena que no haya un poco m?s de paciencia y cari?o con las personas que se enfrentan a un esc?ndalo en internet. La mayor?a lo ve como un ejercicio te?rico, siempre y cuando les suceda a los dem?s, y eso hace que sea muy f?cil apuntar con el dedo. Pero cuando lo mismo les pasa a ellos o a su entorno, de repente cambian las reglas. Es algo injusto que impide que se genere una sensaci?n de comunidad. La gente de izquierdas tenemos muy poca empat?a.

?Los 15 minutos de fama de Andy Warhol se han convertido en volverse viral en internet?

S?, hoy todo el mundo puede verse en una espiral descontrolada de internet. Mientras no nos afecte a nosotros, ser? de una manera. Hay una especie de mente colmena que decide mucho las cosas en internet. Hay mucha gente que est? viéndolas venir: cuando sucede algo, espera a ver hacia d?nde sopla el viento para reaccionar en consecuencia. Es algo que me frustra much?simo porque impide generar solidaridad y empat?a y nos lleva a la deshumanizaci?n. Me recuerda al juego de los Sims.

?El ver a los dem?s como avatares?

S?, a gente que parece que solo vive en nuestra pantalla, desechable. Realmente es una pena.

La derecha se ha apropiado de temas como la libertad o la presunci?n de inocencia, principios que siempre han sido pilares fundacionales de la izquierda







?La han llamado mala feminista por escribir este libro?

?También feminazi! Supongo que algo hice bien si cabreé a tant?sima gente. Yo nunca har?a de abogado del diablo de forma gratuita, llevo 10 a?os escribiendo en internet sobre feminismo, racismo, apropiaci?n cultural, temas que no estaban de moda cuando empecé.

?Qué est? fallando al hablar de la cancelaci?n?

La derecha se ha apropiado de temas como la libertad o la presunci?n de inocencia, principios que siempre han sido pilares fundacionales de la izquierda. El debate nos ha sido arrebatado por la derecha. Desde una perspectiva feminista se ha perdido la posibilidad de hablar de seg?n qué temas. Pero eso no significa que esas conversaciones no se produzcan, sino que sencillamente se han ido a otro lado. La gente de izquierdas se ha pasado al centro porque cree que all? podr? hablar de estas cosas sin exponerse a cr?ticas o reproches, y la gente del centro se ha pasado a la derecha. Hay much?simas personas que tienen preguntas, pero sienten que no pueden hablar de ellas con sus amigos y acaban en la derecha, que es la peor gente con quien hablar de esos temas.

?Cu?l es la soluci?n?

Creo que es importante recuperar discurso, hablar de la cultura de la cancelaci?n, quitarle a la derecha el derecho a hablar de ello. Ser? un proceso imperfecto, querer hablar de estas cosas no significa estar de acuerdo con ellas. Pero al final, todo eso es internet. Hay que encontrar una manera de estar seguros online. ?Espero que alguien m?s listo que yo encuentre alguna soluci?n!

Entiendo la tentaci?n de revanchismo del feminismo, pero al final todos vivimos juntos en el mundo







La novela critica la lista, pero su publicaci?n tuvo consecuencias. Los editores de 'The Atlantic' y 'The Paris Review', hombres intocables que se aprovechaban de su poder, perdieron su trabajo.

Solo sé que lo que est? pasando ahora no es sostenible a largo plazo. Con la ‘Shitty media men list’ hubo consecuencias reales para algunos, pero muchos se fueron de rositas y siguieron siendo apreciados y galardonados. Desde luego, la lista tuvo un efecto mucho m?s tangible y eficiente que si sus v?ctimas hubieran acudido a la polic?a o a sus jefes. Pero hubo un problema.

?Cu?l?

Uno de los tipos que aparec?a en la lista denunci? a la creadora de la lista, no a la mujer que lo hab?a denunciado, y consigui? un acuerdo extrajudicial. Eso sembr? la duda sobre todos los que figuraban en ella. Por eso soy tan escéptica con estos métodos, porque al final, a las mujeres se nos mide por otro rasero, siempre se cuestiona la veracidad de nuestras acusaciones, y mucha gente se aferra a detalles nimios para cuestionar casos enteros. Es un flaco favor para las supervivientes y las v?ctimas. Tiene que haber una manera mejor de hacer las cosas. Mi mayor miedo no es el anonimato, sino que esto se haga en internet.

?Por qué?

Las mujeres nos avisamos unas a otras sobre situaciones y tipos comprometidos, siempre lo hemos hecho. El problema de internet es que hay muchos movimientos de justicia social como el MeToo o Black Lives Matter que han intentado llamar a muchas puertas sin éxito y precisamente han logrado crecer en internet porque es all? s? que les han hecho caso, se les ha escuchado. Pero ese internet en el que florecen esas iniciativas es el mismo que vive inmerso en una crisis de desinformaci?n. Cada segundo que pasa tenemos m?s motivos para dudar de lo que leemos o vemos, y m?s ahora con la IA. Todo el mundo miente en internet.

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Yomi Adegoke, escritora inglesa, acaba de publicar la novela 'La lista'.
FERRAN NADEU
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En la novela, lo que le pasa a Ola es tan importante como lo que le sucede a Michael, ?buscaba hablar de lo mucho que oprime el patriarcado a los hombres?

Yo me crié con hermanas, en un ambiente muy femenino. Hasta que llegué a la universidad no supe que los hombres hac?an cosas como no bajar la tapa del inodoro. Compart? con algunos amigos ciertas partes de la novela y me quedé sorprendida de c?mo el patriarcado impide que se expresen con libertad. Me dijeron cosas como que un hombre no puede usar el acr?nimo LMAO (‘Laughing my ass out’, ‘partirse el culo de risa’) porque supuestamente es una expresi?n demasiado afeminada. Tampoco un emoji de coraz?n rojo, aunque si es azul, est? permitido. En sus chats tampoco dicen ‘Buenas noches’, sino ‘Hasta luego’. Es incre?ble lo limitados que est?n.

De hecho, Michael acaba en una comunidad incel.

Creo que muchos hombres que se sienten desempoderados acaban cayendo en una ideolog?a que no les hace ning?n bien. Con Michael quer?a explorar algo que s?lo sucede en Inglaterra, y es que las mujeres negras cobran m?s que los hombres negros, la brecha salarial est? invertida. La crisis de masculinidad que est?n sufriendo y la toxicidad impide tener ciertas conversaciones. Entiendo la tentaci?n de revanchismo del feminismo, pero al final todos vivimos juntos en el mundo. Y todas sabemos que cuanto peor les vaya a los hombres, quienes m?s lo van a sufrir van a ser las mujeres.



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