Xi Jinping y Vlad?mir Putinhan ensalzado las relaciones sinorusas como un elemento de equilibrio, defendido un mundo multipolar y animado a sus vecinos a blindarse contra las interferencias externas. Importa tanto el mensaje como el escenario: la cumbre anual de la Organizaci?n de Cooperaci?n de Shangh?i (SCO, por sus siglas inglesas), un organismo que simboliza los nuevos tiempos. Naci? con objetivos humildes en el Asia Central y ha crecido como contrapeso a la arquitectura global capitaneada por Occidente.

"Frente a los riesgos reales de parcelas peque?as con vallas altas, tenemos que proteger nuestro derecho al desarrollo", ha pedido este jueves Xi en Astan?, la capital kazaja, antes de reunirse de nuevo con Putin. Es la segunda vez en dos meses y la primera desde que Mosc? y Pionyang firmaron un acuerdo de Defensa que soliviant? a muchas canciller?as asi?ticas. Los 10 miembros de la SCO, continu? Xi, deben resolver sus diferencias con paz y acuerdos y unirse contra "las interferencias externas", seg?n la transcripci?n de la televisi?n p?blica china. Es imprescindible mantener "la vieja amistad" entre ambos pa?ses, ha concluido Xi, "en un mundo saturado de turbulencias y cambios".

Putin ha ensalzado la cooperaci?n sino-rusa en asuntos globales como "un factor de estabilidad" y subrayado su rol compartido en el nacimiento de la organizaci?n. "A medida que aumentan sus miembros, la SCO también consigue un rol m?s relevante como uno de los principales pilares en un orden global multipolar", ha afirmado. La organizaci?n fue creada en 1996 y bautizada como los "Cinco de Shangh?i". La formaron China, Rusia, Kirguist?n, Kazajist?n y Tayikist?n con el simple fin de fomentar la confianza en una zona, el Asia Central, de tendencias inestables y donde confluyen la tradicional influencia de Mosc? con la creciente de Pek?n.

Nuevos aliados

Con el tiempo ha expandido su ?rea geogr?fica: se han sumado ya Uzbekist?n, Ir?n, India y Pakist?n. Hoy se ha formalizado el ingreso de Bielorrusia, la m?s entusiasta aliada rusa en su guerra contra Ucrania. Suman ya el 40% de la poblaci?n mundial y su ?mbito cubre la econom?a, el comercio y la defensa. La SCO supone otra alternativa, junto a los BRICS, contra el orden global dirigido por Washington y Bruselas que Mosc? y Pek?n pretenden superar. Ambas organizaciones est?n inmersas en parecidos procesos expansivos. Representantes de una sesentena de pa?ses acudieron a la ?ltima cumbre de los BRICS junto a los cinco miembros originales. Arabia Saud?, Egipto, Ir?n, Etiop?a y los Emiratos ?rabes han ingresado ya y s?lo la llegada al poder de Javier Milei ha dejado fuera a Argentina.

A esas organizaciones les falta mucho a?n para empatar con las occidentales en compromiso, cooperaci?n y armon?a. Les falta a China e India la sinton?a de Washington y Bruselas. Las dos mayores potencias demogr?ficas del mundo se discuten el liderazgo del Sur Global y mantienen viejos pleitos fronterizos que c?clicamente dejan muertos y apuntalan su secular desconfianza. A India la representa en Astan? su ministro de Exteriores, Subrahmanyam Jaishankar.

La ausencia de su presidente, Narendra Modi, ha sido justificada por su apretada agenda interna tras unas elecciones con resultados peores de los esperados. Es m?s probable, sin embargo, que se explique por sus temores a verse en la foto de una organizaci?n percibida como anti-occidental cuando su diplomacia se esfuerza en delicados equilibrios. Ya el pasado a?o, cuando a Delhi le correspondi? organizar la cumbre, opt? por una versi?n virtual. China e India no han recuperado a?n los vuelos directos que cancel? la pandemia y mantienen el veto a periodistas del otro pa?s.



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