“El Gobierno deber?a hacer lo mismo que nosotros. Hablar menos. No estamos entrando en las provocaciones a pesar del ultim?tum y nos mantenemos en la negociaci?n”. Muy pocas personas dentro del PP est?n al tanto de las conversaciones con el Ejecutivo para intentar, por enésima vez, la renovaci?n del Consejo General del Poder Judicial. Adem?s deAlberto N??ez Feij?o y su n?cleo duro m?s reducido dentro del gabinete; la secretaria general, Cuca Gamarra, y el vicesecretario e interlocutor habitual en este asunto, Esteban Gonz?lez Pons, son los ?nicos que realmente comparten cada detalle.

La informaci?n no circula en el resto de la direcci?n nacional y el blindaje de las conversaciones es total. En el PP aseguran que el intento “va en serio” -como lleg? a verbalizar el propio Feij?o en los pasillos del Congreso- y entienden que la ?nica manera de evitar contaminaciones en su posici?n -esta vez s?- es el silencio m?s absoluto.

El planteamiento de los conservadores est? claro: es m?s exigente, seg?n dicen en el entorno del l?der popular, que lo hablado en 2022 cuando todo acab? dinamitado, y no renuncia a unas “condiciones m?nimas” para la independencia judicial de los futuros nombramientos. En Génova reconocen que el camino, después de las elecciones europeas, est? ahora m?s despejado y permite un acercamiento que antes era imposible. Admiten que la nebulosa de Catalu?a es permanente y consideran que “est? afectando” al propio Gobierno.

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“Evitar una situaci?n peor” a futuro

Y en mitad de las dificultades internas y las dudas que recorren el partido de norte a sur por lo que implicar?a un pacto de esta naturaleza con el Gobierno -también existen las mismas en Génova- el planteamiento que impera entre Feij?o y los suyos en este momento es “pensar en el largo plazo”. En la judicatura y especialmente en el Tribunal Supremo -donde la situaci?n es absolutamente cr?tica por todos los nombramientos pendientes- insisten en la necesidad de una soluci?n.

Ese mensaje ha calado entre los que toman las decisiones en el PP, como también la creencia de que deben hacer lo posible por "evitar una situaci?n todav?a peor" si el Gobierno decidiera finalmente hacer una reforma por su cuenta para la que tiene votos en el Congreso.

“El cortoplacismo es sencillo. Pero aqu? lo que hay que intentar es mantener las instituciones fuertes. La Justicia es el pilar m?s importante”, reflexionan en el equipo del l?der conservador.

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Lo que no hay, por ahora, es garant?a de éxito. En el PP creen que la pelota, en realidad, est? ya en el tejado del presidente del Gobierno, que debe decidir si ve el acuerdo o no. Habr?a cesiones por ambas partes, pero los conservadores necesitan vender un acuerdo que avance lo suficiente en despolitizaci?n como para que el partido en su conjunto -sobre todo los m?s reticentes, que pueden llegar a revolverse- pueda entender que era necesario hacerlo. “Hay mimbres para que salga. Los hay. Pero eso no significa que vayamos a cerrarlo”, admiten en el seno de las conversaciones por parte del PP, reconociendo que la incertidumbre sigue siendo elevada.

Optimismo y desconfianza

Hay dirigentes, cercanos a Feij?o aunque no est?n en el equipo de la negociaci?n, que son optimistas porque creen que ahora s? podr?a haber acuerdo. Pero también hay otros que siguen manteniéndose escépticos: “Las palabras del presidente, cuestionando el liderazgo de Feij?o y enviando amenazas y ultim?tums no ayudan si de verdad quieren acuerdo”.

Se refieren, primero, a la entrevista en TVE en la que S?nchez habl? de un plazo concreto: antes de que acabe junio. Aquello no estaba en el gui?n porque ese d?a, ya con las elecciones europeas resueltas, los dos grandes partidos hab?an retomado la interlocuci?n. El desconcierto fue total en la c?pula, incluso para Feij?o. “Si la voluntad es acordar c?mo se puede hablar de ultim?tums”.

Pocos d?as después el l?der conservador lo dejaba claro: “No nos vincula ning?n ultim?tum”. Este miércoles, durante la sesi?n de control, S?nchez volvi? a lanzarse al ataque, recalcando que el reloj ya hab?a echado a andar y desafiando a Feij?o en uno de los temas m?s sensibles: puso en duda que sus “jefes” -en referencia a Isabel D?az Ayuso y José Mar?a Aznar- fueran a permitirle un acuerdo. También hubo referencias a los medios de comunicaci?n de la ?rbita de la derecha, a los que el Ejecutivo concede la mayor de las influencias sobre el l?der conservador.

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“Por segunda vez hace declaraciones que no van en la direcci?n de cerrar un acuerdo” repet?an en el entorno de Feij?o. Y, sin embargo, las declaraciones p?blicas -primero Borja Sémper y luego el propio l?der conservador- iban en la direcci?n opuesta: “Estamos negociando. Lo vamos a intentar”. En privado todav?a m?s apuntalaban el mensaje: “El jefe nos ha ordenado no levantarnos de la mesa. Por nosotros no va a ser. Pero necesitamos un buen acuerdo”, relataban.

Claramente hay dos corrientes en el PP en este momento: los que directamente desconf?an, creen que el Gobierno “volver? a enga?arles” y, sobre todo, creen que puede ser “muy demoledor” pactar algo as? con S?nchez cuando los electores piden “guerra” en todo; y los que consideran que esta decisi?n no impide mantener una oposici?n dura y que servir? para evitar un mal mayor donde los conservadores ya no tendr?an ninguna influencia.

Quiz? es el momento, después de que en 2022 todo saltara por los aires con la reforma del C?digo Penal en la que el Ejecutivo acord? con ERC eliminar el delito de sedici?n y modificar el de malversaci?n, en el que la c?pula conservadora tiene m?s claro que hay que hacer un intento final. Son muchos los elementos que pesan sobre la renovaci?n del Consejo, que acumula m?s de cinco a?os de mandato caducado. Pr?cticamente no hay nadie en el PP que no considere un error no haber cerrado el acuerdo en el momento en el que lleg? Feij?o a la presidencia. En su entorno lo justifican: lo quiso hacer a los pocos meses de hacerse con el mando y sucedi? "el enga?o" del C?digo Penal.

La desconfianza a partir de entonces ha sido enorme y las relaciones no han hecho m?s que deteriorarse. En esta ocasi?n, admiten los populares, las conversaciones estar?an avanzadas. Y afirman que los avances con el ministro de Justicia, Félix Bola?os, ya se han producido. Pero siguen mostrando sus reservas con la decisi?n que vaya a tomar el presidente.

En otros muchos sectores del partido, sobre todo en algunas comunidades, prefieren no abordar las implicaciones que tendr?a un acuerdo as? con el Gobierno. "No debemos pactar nada", resume una dirigente.

Aunque los conservadores aseguran que el plazo marcado por el presidente "no les afecta", la realidad es que asumen que en los pr?ximos d?as deber?a haber novedades encima de la mesa.



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