Jude Bellingham fue suplente en la final que perdi? Inglaterra en Wembley enfrente a Italia en la anterior edici?n. Ni un minuto de los 120 disput?. No le otorg? Gareth Southgate la categor?a siquiera de revulsivo, aunque fue él quien le convoc? y le convirti? en el futbolista m?s joven en debutar en la fase final, un récord que dur? solo d?as. Southgate le ha dado la camiseta con el 10 -sin el simb?lico peso que tiene el dorsal con otros colores- y le considera imprescindible en el grupo. Tiene argumentos que blandir tras verle en la primera temporada con el Real Madrid. También salv? a la selecci?n.


Aun se desconoce cu?n largo ser? el camino de Inglaterra, pero muy pronto ha corroborado su peso en el equipo Bellingham, el m?s joven en el once inicial de los brit?nicos, con el gol que le distingue como futbolista, antes de que los tics de estrella limiten el despliegue f?sico y la voluntad de trabajar.

Inici? él la jugada en el c?rculo central y la fue acompa?ando desde que mand? el bal?n a la banda. Lleg? a tiempo de rematar ese centro de Saka mordido por un rebote en Pavlovic, y con toda su fuerza descomunal, tir? por tierra a Andrija Zivkovic, que acud?a a cerrar con los tres centrales serbios desplazados.

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Bellingham arrolla a Zivkovic en la jugada de gol ante la mirada del mallorquinista Rajkovic.
La Presse / AP
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La f?rmula Saka

La apertura del bal?n a la banda de Saka fue la f?rmula m?s com?n de ataque de una Inglaterra que jug? con tres laterales derechos. El menos maneable se qued? en su sitio natural: Kyle Walker. Kieran Trippier fue desplazado a la izquierda, y Trent Alexander-Arnold se ubic? de mediocentro con Declan Rice.

Cuando desapareci? Saka, la idea se mantuvo. La primera acci?n de Bowen, el sustituto del exterior del Arsenal, fue mandar un centro a la cabeza de Kane que golpe? en el larguero tras ser desviada por Predrag Rajkovic, el meta del Mallorca. Fue el primer y ?ltimo bal?n decente que recibi? el capit?n en el ?rea rival; en la propia, despej? uno poco después que pudo haber significado el empate.*

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Kane y Milenkovic abrazos, esperan un bal?n con la mirada.
Fabio Ferrari
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En el dibujo te?rico del 4-2-3-1 de Southgate, Phil Foden deber?a haber sido quien destapara la izquierda, pero imbuido por sus costumbres en el City y su voluntad de ser relevante, jugando cortita y al pie, renunci? a ser m?s ?til para desatascar el centro. Hasta que Southgate le empuj? a la banda a partir del descanso. No lo logr? del todo el técnico.

Los mejores momentos de Inglaterra no impresionaron a Serbia, insensible al ambicioso inicio de Inglaterra hasta el gol. Los competidores balc?nicos solo miran el marcador, y el 0-1, pese a lo prematuro que lleg?, no provoc? ning?n desorden, ning?n nerviosismo. Nada. Tampoco se lo provoc? Inglaterra, que parece que quiera ser Brasil ahora.

El descanso transform? el partido, m?s que el gol. Serbia se puso a jugar. No como Brasil, por supuesto, sino con vivacidad y verticalidad. Nada de recreos en el pase, poco toque. Buscaron centros, intentaron penetraciones, dispararon desde lejos...



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