En verano de 1876 Walter Bion, un pastor evangelista suizo, reuni? a 10 maestros y llev? a 68 ni?os pobres a pasar unas semanas respirando aire puro y recibiendo una buena alimentaci?n. En 1887, en Espa?a, el Museo Pedag?gico Nacional, dirigido por Manuel Bartolomé Coss?o, organizaba la primera colonia escolar de vacaciones en San Vicente de la Barquera (Santander), en la que participaron 20 ni?os.

Ahora esas colonias escolares de vacaciones reciben otro nombre, campamentos de verano, y miles de ni?os pasan por ellos anualmente en Galicia. En estos lugares se ofrecen un conjunto de actividades para que los m?s j?venes llenen su tiempo libre durante las vacaciones en esta estaci?n y socialicen con otras personas de su edad.

José Manuel Su?rez, pedagogo y delegado territorial en Santiago de la Asociaci?n Profesional de Pedagogos/as e Piscopedagogos/as de Galicia (APEGA), asegura que la “mayor parte de los ni?os deben ir a campamentos de verano, ya que son una forma de socializar y responsabilizarse en otro ambiente distinto al que est?n habituados, a no ser que el ni?o esté en alguna situaci?n que contraindique esto”.

Bego?a Castro Iglesias, psic?loga educativa del Colexio Oficial de Psicolox?a de Galicia (COPG) destaca que “es importante saber de d?nde viene la necesidad de mandar a los ni?os al campamento, ya que antes no ?bamos y ahora son algo que est? muy de moda. Hay que ver si la necesidad surge por parte de los padres o es un interés del ni?o”.

Y es que los campamentos pueden ser vistos por algunos como una forma de conciliaci?n familiar, pero no debe ser algo obligatorio para los peque?os: “Yo creo que son algo conveniente, pero no los se?alar?a como algo obligatorio. Ese car?cter de obligatoriedad no se deber?a contemplar porque es una parte del ocio de los ni?os, al igual que lo son las actividades extraescolares. Tienen que hacer algo porque les apetece”, explica la psic?loga.

Esto es algo en lo que José Manuel Su?rez est? completamente de acuerdo: la primera condici?n para poder llevar a un ni?o a un campamento es “que quiera ir”. Ya que, en caso de obligarlo a asistir a este tipo de sitios y actividades lo ?nico que se consigue es que “esté de morros todo el d?a” o “terminar teniendo que ir a buscarlo porque no consigue adaptarse”.

Seg?n Bego?a Castro, el hecho de ir a campamentos hace que, de alguna forma, se rompa el apego y para esto cada ni?o tiene su ritmo. “Es muy importante respetar sus tiempos porque es algo muy traum?tico para ellos tener que ir a buscarlos al campamento porque no consiguen adaptarse”, explica la psic?loga.

El lado positivo

Al igual que otras actividades, los campamentos tienen sus partes positivas que pueden ayudar a los ni?os en su desarrollo. “Sacar la cabeza de los libros es otra forma de ver la vida, y también ayuda a tener una visi?n de otros sitios y gente”, explica el pedagogo José Manuel Su?rez.

“Los campamentos tienen partes muy positivas ya que son una forma de fomentar las habilidades, olvidar los problemas, superar los miedos, les ayuda a desconectar... Tienen un entorno que es muy positivo para que desarrollen actividades fuera del entorno familiar y escolar”, asegura la doctora Bego?a Castro. Adem?s, también fomentan el respeto y la convivencia, aprendiendo cosas de s? mismos y aprender a solucionar conflictos fuera de su entorno m?s cercano, de forma que pueden empezar a perder miedo a determinadas situaciones y comenzar a confiar en s? mismos.

Y es que los campamentos no son ?nicamente para entretener a los ni?os y adolescentes, sino que son una forma de descubrir nuevas actividades y gustos: “Despiertan en los ni?os inquietudes que no ten?an, hay que tener en cuenta que se est?n descubriendo a s? mismos”, explica el pedagogo.

Por eso, para que surtan un efecto positivo en los j?venes, estos tienen que sentirse conformes con la idea de acudir a este tipo de lugares. “Hay que respetarlos, explicarles las partes positivas de los campamentos y promocion?ndolos de forma que les parezca atractivo. A veces se confunde la necesidad del adulto con el interés del menor y, si no quiere ir por el motivo que sea, obligarlo a ir a un campamento es algo contraproducente”, asegura la psic?loga.

Escoger el campamento

La gran pregunta que tienen los padres a la hora de mandar a los m?s peque?os a un campamento es c?mo escoger el adecuado, ya que hay muchos tipos distintos que promueven unas u otras actividades. “Lo primero en lo que hay que pensar es en el ni?o y las cosas que le gustan. Por ejemplo, si le gustan los animales estar?a muy bien una granja escuela” explica José Manuel Su?rez. Sin embargo, también hay que tener en cuenta cuando no quieren ir: “Si lo obligamos, lo que vamos a conseguir es que esté todo el d?a de morros y terminar yendo a buscarlo porque no consigue adaptarse”, asegura el pedagogo.

Es cierto que los campamentos pueden verse como una forma de salir de la zona de confort, pero esto hay que hacerlo con cuidado: “Si el ni?o es t?mido, los campamentos urbanos son cerca de casa. Otros son m?s aventureros y prefieren irse lejos, aunque no estén los padres, con alg?n amigo. Hay que centrarse en encontrar lo que al ni?o realmente le gusta”.

La psic?loga Bego?a Castro también tiene consejos para escoger el mejor campamento: “Hay que mirar qué actividades hacen. Si tenemos claro que quieren ir no podemos dejarnos guiar por las publicidades, porque vaya alg?n amigo ni por el precio. Necesitamos disponer de un abanico de informaci?n”, asegura.

Y es que cada campamento contempla actividades y formas de realizarlas completamente distintas. Algunos de ellos est?n centrados en pasar el tiempo en la playa o la monta?a mientras otros se centran en actividades m?s art?sticas y promover la imaginaci?n de los peque?os, como son campamentos centrados en pintura o danza.

Aqu? también hay un punto de gran relevancia, y es que potencian “el sentimiento de pertenencia a un grupo” que es algo muy importante. No solo se encuentran en un entorno con ni?os con los que tienen cosas en com?n, como las actividades que les resultan de interés, sino que est?n rodeados de gente con la que tienen la oportunidad de compartir sus experiencias, lo que es una forma de crecimiento personal, seg?n se?ala la psic?loga Bego?a Castro.

José Manuel Su?rez considera que también es una forma de que aquellos ni?os m?s t?midos a los que les cuesta formar grupo en su entorno tengan la oportunidad de hacer amigos y probar cosas nuevas.



أكثر...