La comisi?n delcaso Koldo en el Senado, controlada por la mayor?a absoluta del PP, estaba dise?ada como la gran herramienta de oposici?nde los conservadores. Empez? respondiendo al caso de corrupci?n en la compra de mascarillas que investiga la Audiencia Nacional y que tiene como epicentro el Ministerio de Transportes, entonces controlado por José Luis ?balos, por la implicaci?n de su asesor de cabecera, Koldo Garc?a, la persona que habr?a conectado a los empresarios del supuesto pelotazo y las administraciones p?blicas implicadas. Pero el PP termin? ampli?ndola por distintos frentes, especialmente el caso que afecta a la mujer del presidente, Bego?a G?mez, y que lleva acaparando los ?ltimos meses de la pol?tica nacional.

Durante semanas Alberto N??ez Feij?o advirti? en sede parlamentaria que si Pedro S?nchez no daba explicaciones de las actividades profesionales de su esposa -la primera conexi?n con la trama fue las reuniones mantenidas por Bego?a G?mez y el CEO de Globalia (Air Europa)- para despejar todas las dudas surgidas, le obligar?an a desfilar por el Senado. El PP ‘calent?’ la idea de que no solo acudiera el presidente, sino también su esposa. Aquella decisi?n se debati? dentro del propio partido y fue el l?der popular el que acab? reconociendo que su voluntad no era forzar la comparecencia de G?mez, sino del presidente. Luego vino la imputaci?n judicial.

A finales de mayo, cuando ya hab?a comenzado la campa?a de las elecciones europeas y antes de conocerse la citaci?n oficial de la mujer de S?nchez por parte del juzgado a declarar como investigada, el l?der del PP confirmaba que su partido ya hab?a decidido hacer declarar al jefe del Ejecutivo en la C?mara Alta. También adelantaron la citaci?n de la vicepresidenta primera, Mar?a Jes?s Montero; y el de la exministra Nadia Calvi?o. Tres primeros espadas que, sin embargo, siguen sin fecha para ese interrogatorio.

El PP valor? si citar o no al presidente en plena campa?a europea, y el temor a un ‘efecto boomerang’ y la victimizaci?n que pod?a acarrear esa imagen, les hizo descartarlo por completo. Pero pasadas las elecciones europeas los conservadores tampoco establecieron ning?n d?a. Y este viernes tuvo lugar la ?ltima sesi?n prevista de la comisi?n antes de echar el cierre por verano.

Es decir, ahora se producir? un apag?n de dos meses sin ning?n avance (julio y agosto son meses inh?biles en el Parlamento) y en septiembre se retomar? la actividad a la espera de saber si el PP dar? ya el paso con el presidente. En el partido hay distintas visiones de lo que est? implicando el desarrollo de la comisi?n.

En Génova insisten en que la comparecencia de S?nchez “tiene que tener sentido” y que “ahora mismo, sin m?s informaci?n, no lo tiene porque no servir?a de gran cosa”. Es decir, reconocen que “necesitan m?s datos y novedades” para “no malgastar la bala” del presidente. Con algunas excepciones, la mayor?a de interrogatorios en el Senado no han dado los frutos esperados porque el PP hab?a elevado mucho las expectativas.

Y los imputados que han acudido -como el propio Koldo Garc?a- evitan desvelar cualquier cosa que pueda perjudicar su defensa ante el juez. Los cargos pol?ticos como ?balos o Santos Cerd?n también se sacudieron las preguntas sin muchas dificultades. En el propio PP reconocen que su capacidad es “limitada” porque las diligencias contin?an y porque el gran elemento en el que tienen toda su confianza puesta -el volcado de los teléfonos m?viles- tampoco se ha producido a?n.

"En septiembre hay que volver fuertes"

La idea que tiene el grupo parlamentario en el Senado, seg?n explican, es “retomar la comisi?n” con “los primeros espadas” a la vuelta del verano, para empezar el nuevo periodo de sesiones “fuertes”. Con el inicio del nuevo curso también coincidir? la nueva comisi?n de investigaci?n sobre el CIS de José Félix Tezanos avanzada por Cuca Gamarra este viernes. El verano, dicen en el PP, “ser? el ?nico respiro”.

Pero también hay dirigentes que reconocen que “todo depender?” de la evoluci?n de la propia investigaci?n. Hay cargos dentro del partido que consideran que en el caso que afecta a Bego?a G?mez ser?n fundamentales las declaraciones de los testigos -empezando por ella misma el 5 de julio- para ver si existe una nueva rama en torno a la Universidad Complutense.

El juez Juan Carlos Peinado ya ha citado a declarar al rector, a pesar de que el grueso de la investigaci?n -a ra?z de las cartas de recomendaci?n que firm? la mujer del presidente a empresas de Juan Carlos Barrabés que después resultaron adjudicatarias de contratos p?blicos- ya est? en manos de la Fiscal?a Europea, precisamente por ser contratos de dinero comunitario. Las informaciones period?sticas posteriores, siempre relacionadas con la c?tedra de G?mez o la implicaci?n de grandes empresas (algunas participadas por el Estado) en el desarrollo de un ‘software’ de manera gratuita que utiliz? la mujer del presidente- son lo que en el PP también ven “con recorrido propio”, sin descartar que a la vuelta del verano al comisi?n se ampl?e en esa direcci?n.



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