La mujer que sufri? una brutal agresi?n en su domicilio de Grado (Asturias) el pasado 7 de junio, por la que se detuvo a su pareja, a?n se est? recuperando en el hospital, pero ha querido dar las gracias a quienes le salvaron la vida y a los que hacen posible que su evoluci?n sea favorable. Su mensaje est? lleno de bondad pese a lo que le ha tocado vivir e intenta mencionar a todas las personas que la auxiliaron, la ayudan desde entonces y le hacen llegar un cari?o y un apoyo que la reconforta ahora d?a a d?a. En una conversaci?n con La Nueva Espa?a, del Grupo Prensa Ibérica, que dura unos veinte minutos, la mayor?a los ocupa en dar nombres y "gracias". Pero también hay un breve momento para decir algo m?s, dirigido a los que "inventan" en torno a lo sucedido y a las vidas ajenas. "No voy a tolerar que nos hagan da?o con dimes y diretes", explica.

"Cuando estoy con mi gente estoy m?s tranquila, tengo m?s fuerza. Est? toda esa gente que me est? haciendo llegar su cari?o, Elsa, Fusti, ?ngela, Covi, Lorena, Pl?cido, Noé… Esa gente que solamente te da apoyo, nadie cuestiona ni valora ni juzga, solamente me da apoyo. Pero después est? la otra parte, que es la que no voy a tolerar. No voy a tolerar m?s inventos, de nadie. El que quiera decir algo, que si yo estuve con uno o con otra… No quiero que esas cosas queden impunes. Mensaje que me llegue que haga da?o a mi hijo o que sea destructivo hacia m? de manera gratuita y sin tener en qué basarse, detr?s iré yo al Juzgado", se?ala.

"Nac? otra vez el 7 de junio y a partir de ahora hay un antes y un después en mi vida. Seguiré con la gente que yo valoro y la que me importa. El resto no existe en mi vida. Pero no voy a tolerar que nos hagan ya m?s da?o", insiste.

Estas ?ltimas palabras llegan casi al final de sus consideraciones. Antes ha habido un largo listado de menciones de gratitud a quienes la ayudaron y lo siguen haciendo ante este injustificable trance. Fue apu?alada y sufri? una paliza de cuyas secuelas se recupera y que a?n llevar? tiempo de curaci?n.

A los primeros que menciona en su lista de agradecimientos es a sus "vecinos de puerta". "En el primer momento que ped? auxilio gracias a Dios me escucharon. Y a partir de ah? ellos empezaron a gestionar la situaci?n", explica. Son dos profesionales de ?mbitos distintos, pero que supieron qué ten?an que hacer exactamente. "Me salvaron la vida por la rapidez que tuvieron", a?ade la mujer.

Hubo que tirar la puerta abajo para entrar en el domicilio. "Cost? much?simo derribarla", cuenta. "Cuando sal? de casa hab?a much?sima gente, fue un conjunto de sanitarios, bomberos, polic?as, guardias civiles… Después la UCI, con Vero, Luz, los chicos eran ?ngel, Alberto, Alfonso… Los médicos eran Estefan?a y Jose. Todos gente excepcional, yo digo que de una pasta diferente por la humanidad con la que te tratan. Te hacen sentir que van a tirar por ti, que vas a salir adelante… Nunca lo agradeceré lo suficiente", incide. En el hospital "no quer?a que nadie me viera, que nadie me preguntara, no quer?a escuchar a nadie". Pudo estar tranquila en una habitaci?n sin acompa?ante y cualquier visita que recibi? una vez que estuvo en condiciones de hacerlo siempre fue con su autorizaci?n previa.

"Tampoco es la labor de ellos, pero siempre han estado pendientes de todo, incluso de que a la habitaci?n no entrara nadie que yo no quisiera", subraya.

"A todo el mundo lo tratan bien, por supuesto. Pero yo quiero decir que siento un cari?o de muchas personas, de las enfermeras, Sara, ?ngela, Grace, la auxiliar Sonia… Un mimo a la hora de ducharme, de lavarme el pelo… Las personas que traen la comida, la merienda, médicos, auxiliares, la limpiadora Geli, la gesti?n de Marta, la supervisora… La fuerza que me dan no tengo palabras para expresarla", destaca.

Tiene cerca un ramo de flores, de "Ra?l y Marta", que también le da "mucha fuerza". Como los mensajes que le llegan de San Rom?n (Candamo), donde trabajaba y la echan de menos, como le traslad? su jefa, "Vane, y su marido, los ?nimos que me dieron y lo que lloramos". Destaca, por supuesto, el apoyo de su familia, de toda, también la pol?tica.

"Mi suegra vino a verme, con 94 a?os, también su hija y su marido, mis cu?ados. Y eso no se me puede pasar, vinieron todos a darme apoyo y a decirme que tire para delante, que lo que pas? no tiene justificaci?n de ning?n tipo y creo que esto es muy importante que yo lo diga. Y el apoyo de Andrea, que es como mi hermana, y de mi enfermera Sara, que se preocupa por m? much?simo… Araceli, que es una pasada, la que me trae los mensajes de fuerza y de apoyo de fuera. Siempre, sin querer, me voy a olvidar de alguien porque es tanta gente… Si alguien se me pasa que me perdone", se?ala.

Los detalles de lo que pas? quedan para su declaraci?n ante las autoridades e instancias a las que corresponde el caso, explica. Y vuelve a los nombres, preocupada de que se le pase alguien a quien dar las gracias. "Claudia, Alba... Alexia, Tose, Antonia. Y Paloma y Miriam, que son mis psic?logas, que son dos chicas muy j?venes, extremadamente preparadas, que me est?n ayudando incre?blemente. Se me olvida gente seguro entre tanto personal que me ha atendido, que son todas personas maravillosas que me est?n ayudando, me est?n protegiendo, me est?n cuidando", dice.



"No me puedo acordar de tantos nombres ni de todo el apoyo que me llega relatarlo, pero que nadie se sienta desplazado, en mi cabeza s? est? toda la gente que me ayud? y a?n lo hace", concluye.



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