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منتديات اغليتك منتديات عامة اخبار اوربا Pogacar se viste de amarillo en el Tour y Vingegaard proclama que ha vuelto
Reem Senior Member

Hubo gente que coloc? la tienda de campa?a para dormir en la cima del santuario de la virgen de San Luca y conseguir la primera posici?n en las vallas que proteg?an a los corredores. Hab?a que subir a pie desde el centro de Bolonia con un calor insoportable. Hab?a dudas de que el esfuerzo, quiz?, con fuga consentida, no hubiese valido la pena. Qué error y que falta de fe, la que mueve el Tour y la que siempre convierte a esta carrera en un acontecimiento m?gico. ?Ataca Tadej Pogacar! ?Responde Jonas Vingegaard! ?Qué m?s pod?an pedir?

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Van dos etapas y ya se han descubierto dos cosas. Una, que Pogacar es una fiera inconformista y el ‘can?bal’ del siglo XXI, no hab?a ninguna duda. La otra, en cambio, la exquisita forma de Jonas Vingegaard se ten?a que demostrar sobre un asfalto que parec?a derretirse con un term?metro justiciero.*

En tierra de Pantani

Todo empez? de buena ma?ana en el interior del autob?s del UAE aparcado en Cesenatico, la ciudad del Adri?tico que vio nacer a Marco Pantani. Todos conoc?an la dureza de la subida al santuario de la virgen de San Luca porque all? se celebr? la cronoescalada inaugural del Giro de 2019 que gan? Primoz Roglic. No llegaba a 2 kil?metros de esfuerzo, pero hab?a que retorcerse y sufrir si a alguien le daba por demarrar.

Pogacar escuch? a sus directores que le recomendaron atacar. “Ten?amos que comprobar si Jonas hab?a llegado al Tour con la forma justa”, explic? en la Rai Joxean Fern?ndez, ‘Matxin’, el técnico vasco de Pogacar. “El ritmo era alto y hab?a que probar. Jonas fue r?pido en la respuesta. No ha sido una sorpresa para m?”, reconoci? Pogacar, ya con el jersey amarillo, después de bajar del podio.*
Iba por delante la fuga, de la que sali? victorioso el francés Kévin Vauquelin. Parec?a que el pelot?n de los ilustres ya hab?a dado la etapa por sentenciada y todos llegar?an tranquilamente a Bolonia. Sin embargo, Vingegaard corr?a con la mosca detr?s de la oreja.

No ten?a a su lado a Wout van Aert que se hab?a dado un casta?azo y corr?a con las piernas doloridas. No hac?a otra cosa que girarse, buscaba a Pogacar. Rampas superiores al 10 por ciento eran una invitaci?n al ataque. Vingegaard conoce demasiado bien a su contrincante esloveno.

De repente, como si estallase un globo, como si una alegr?a colectiva se apoderase de las calles de Bolonia, un estallido de j?bilo, Pogacar atacaba; el t?pico cambio de ritmo patentado por el fen?meno de Eslovenia. Igualito que los que hizo en el Giro.

Pero, se?or m?o, con una notable diferencia. Hubo respuesta, la que no obtuvo en la ronda italiana ni en ninguna otra carrera a lo largo del a?o. Y no fue la de un ciclista espont?neo en su tarde de gloria. Pogacar se gir? levemente y vio al ?nico que no querr?a haber visto; nada menos que un Vingegaard magn?fico.

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Pogacar y Vingegaard, en acci?n durante la segunda etapa del Tour de Francia 2024
EFE
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A la segunda etapa, con calor, con fr?o, con lluvia y hasta si se diera la ocasi?n con nieve… a la segunda etapa estall? el espect?culo que s?lo son capaces de protagonizar dos ciclistas, Vingegaard y Pogacar, que se quedaron solos, relev?ndose, pedaleando de t? a t?, como si hablaran de vencedor a vencedor desde una tribuna de oradores.

All? estaban los dos; uno para coger el jersey amarillo casi por accidente, y el otro para ganarse la admiraci?n infinita y demostrar que hab?a vuelto, que no ten?a complejos a la hora de enfilar una bajada -y eso que se llev? un susto al tocar el pedal con el suelo- tras el accidente de ?lava del 4 de abril y que la preparaci?n espartana en Tignes durante el mes en junio hab?a valido la pena, tanto o m?s que coloc?ndose un dorsal para competir.
Fueron 10 kil?metros de fantas?a, de dibujos animados, de efectos especiales, de éxtasis total. Pogacar descubri? que existe alguien que le planta cara y que si gana el Tour tendr? que esforzarse mucho m?s que en la victoria del Giro. Vingegaard comprob? que era el mismo de antes de la ca?da en el Pa?s Vasco y que como en 2022 y 2023, en las dos victorias en Par?s, no tem?a a Pogacar, lo pod?a seguir a la perfecci?n y quién sabe si rematarlo en los Alpes o los Pirineos. “Ha sido una peque?a victoria para m? sobre todo porque puedo anunciar que he vuelto”, festej? el corredor danés.

Por si fuera poco, aunque se soltase en la subida, Remco Evenepoel respondi? en la distancia, demostr? su enorme cabezoner?a, se lanz? como un loco en la bajada, siempre seguido por Richard Carapaz, y captur? en la meta a sus adversarios.

Primoz Roglic ni lo intent? y lleg? a meta a 21 segundos, en el grupo en el que estaban los espa?oles Juan Ayuso, Pello Bilbao, Mikel Landa, Enric Mas y Carlos Rodr?guez. En Bolonia se empez? a dibujar algo mucho m?s bonito que una fuga consentida, nada menos que un Tour alegre, festivo y emocionante.*



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