Joe Biden, su campa?a y la Casa Blanca han pasado cinco d?as intentando calmar el p?nico dem?crata desatado por la calamitosa actuaci?n del presidente en su debate con Donald Trump. Minimizan las preocupaciones sobre su estado a los 81 a?os que durante meses mostraron muchos votantes y tras el debate se han disparado, rechazan la idea de que pueda abandonar su candidatura para las elecciones de noviembre y pisan el acelerador para tratar de contener la ansiedad, intensificando los contactos con l?deres de la formaci?n, cargos electos y donantes y la agenda del presidente. La crisis, no obstante, no solo no remite sino que se agudiza.

Este martes, por primera vez, un congresista electo, el representante de Texas Lloyd Doggett, instaba p?blicamente a su l?der, de 81 a?os, a abandonar. Seg?n una fuente del Congreso citada por ‘The Guardian’, hay al menos 25 dem?cratas m?s en Capitol Hill preparados para dar ese mismo paso.

En las C?maras hay palpable frustraci?n con la falta de contacto directo que la mayor?a de congresistas han tenido con el mandatario desde el debate del jueves para que les tranquilice sobre su estado y se cuestiona la especie de “burbuja” en que se le mantiene, que empeora las ansiedades. Hay también temor a que, si insiste en seguir siendo el candidato, da?e sus propias elecciones en noviembre.

Es un miedo que comparten algunos grandes donantes, que como ha publicado Axios esperan ansiosos encuestas antes de ejecutar planes que ya tienen preparados para traspasar dinero que iban a destinar a la carrera presidencial a las de las C?maras. La idea es intentar asegurar un muro de contenci?n en Capitol Hill ante una eventual victoria de Trump.

Agenda intensificada

Desde la Casa Blanca tratan de esquivar la crisis y han intensificado la agenda de Biden. Este miércoles va a mantener por la tarde una reuni?n con gobernadores dem?cratas. Tras la celebraci?n de la fiesta del 4 de julio el viernes va a grabar una entrevista con la cadena ABC y se ha a?adido a su agenda un acto de campa?a en Wisconsin. El domingo ha sumado otro acto electoral en Pensilvania y la semana que viene participar? como es costumbre en una rueda de prensa en la cumbre de la OTAN en Washington.

Lo que est? por ver es que con todo Biden vaya a lograr contener problemas que se evidencian de muchas maneras. En una encuesta publicada este martes de Reuters e Ipsos, uno de cada tres dem?cratas opinaba que deber?a abandonar. Y Puck News obtuvo un sondeo interno de los dem?cratas que muestra que se ha deteriorado la desventaja de Biden frente a Trump en pr?cticamente todos los estados y en todos los bisagra determinantes.

Adem?s, seg?n una noticia de ‘The Washngton Post’, el expresidente Barack Obama, que p?blicamente ha dado su respaldo a la continuidad de Biden, ha reconocido en privado a aliados que una campa?a de reelecci?n que ya estaba cuesta arriba se ha vuelto a?n m?s complicada tras el debate.

En su contra Biden suma, asimismo, las declaraciones algo ambivalentes que han realizado también este martes Nancy Pelosi y James Clyburn, dos figuras de enorme peso en la C?mara Baja y en el partido que hasta ahora le han dado su respaldo para mantener la candidatura. La expresidenta de la C?mara Baja ha admitido que es “leg?timo” preguntar si la mala actuaci?n de Biden en el debate fue un fallo espec?fico aquel d?a o s?ntoma de un “problema médico”, algo que también ha urgido a clarificar el senador Sheldon Whitehouse, una de las dos voces de la C?mara Alta que se han lanzado abiertamente a cuestionar a Biden. Clyburn, por su parte, abr?a la puerta a una elecci?n sin Biden y aseguraba en MSNBC que apoyar?a a la vicepresidenta, Kamala Harris, si el presidente se retirara.



“Lapsus cada vez m?s pronunciados”

La discusi?n sobre el estado f?sico y mental de Biden ocupaba buena parte de la rueda de prensa diaria de la Casa Blanca, donde la portavoz insist?a en la l?nea oficial que defiende que est? en plenas facultades. Pero lo que vieron los espectadores del debate y ha centrado la conversaci?n estos d?as volv?a al primer plano con un art?culo de ‘The New York Times’ que, citando a personas que han estado con el presidente en las ?ltimas semanas y meses, hablaban de lapsus aparentemente “cada vez m?s frecuentes, m?s pronunciados y m?s preocupantes”.

El art?culo, por ejemplo, inclu?a las declaraciones desde el anonimato de un alto cargo europeo que estuvo con el dem?crata durante la cumbre del G7 en Italia que asegura que en el ?ltimo a?o ha habido un declive notable en el estado f?sico de Biden y que los l?deres europeos se quedaron en “shock” por lo que vieron.

Llegaba un d?a después de revelaciones similares de Carl Bernstein. En CNN el veterano reportero explic? el lunes que m?ltiples fuentes le hab?an dicho que en el ?ltimo a?o y medio vieron a Biden tan mal como en el debate y que “en los ?ltimos seis meses particularmente ha habido marcados incidentes de declive f?sico y cognitivo”.



Jet lag

El propio Biden buscaba este martes dar una explicaci?n a su ag?nica actuaci?n en el debate. En un acto de recaudaci?n de fondos en Virginia, hablaba de sus dos viajes a Europa en dos semanas y del impacto de los cambios horarios. “No fui muy inteligente”, dijo. “No escuché a mi equipo y volv? y casi me duermo en el escenario. No es excusa pero es una explicaci?n”, declar?.

El problema que algunos han destacado de esa argumentaci?n es que tras el regreso del segundo viaje a Europa Biden pas? dos d?as en una casa en la playa y luego seis m?s preparando el debate en Camp David. Seg?n su propio equipo, esos preparativos no empezaban hasta las 11 de la ma?ana y se reservaba un tiempo a diario para la siesta.



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