La ley del suelo se ha terminado convirtiendo en una baza pol?tica y parlamentaria que los dos principales partidos quieren jugar. El Gobierno sufri? hace unas semanas cuando comprob? que no podr?a sacar adelante una norma clave, para la que esperaban contar con el apoyo del PP. Para evitar otro varapalo, de hecho, el Ministerio de Vivienda opt? por retirar la propuesta antes de la votaci?n. No hubo derrota por ese motivo, pero la debilidad qued? al descubierto. Y los conservadores, que confirmaron aquella advertencia que hizo Alberto N??ez Feij?o en la investidura de Pedro S?nchez - “cuando sus socios le fallen no me busque”- ultiman ahora su propia iniciativa con el objetivo de hacer visible la nueva estrategia del PP: intentar legislar desde la oposici?n.

El contraataque del PSOE, que busca una segunda oportunidad, lleg? a finales de esta semana al registrar una nueva proposici?n de ley, esta vez de la mano del PNV, con quien ha vuelto a formar una coalici?n en Euskadi. Los nacionalistas vascos son quiz?, por ese motivo, el socio m?s estable en este momento. La pretensi?n es tener un punto de partida m?s s?lido, pero la realidad es también que la presencia del PNV ahuyenta a otros socios necesarios, empezando por Sumar, dentro de la coalici?n gubernamental.

Solo unos d?as m?s tarde de que Vivienda tuviese que retirar del Congreso la reforma legislativa, Paloma Mart?n, responsable del ramo en la formaci?n conservadora, anunci? en el Senado que el PP trabajaba para llevar a la C?mara Alta su propia modificaci?n de la normativa que regula el urbanismo espa?ol. Fuentes de la direcci?n del PP confirman ahora que est?n ya cerrando flecos para aprobarla con su aplastante mayor?a absoluta. Después la trasladar?n al Congreso contando con que Vox la respaldar? y con la intenci?n de que alg?n otro grupo se sume. Todas las miradas se dirigen al ?nico posible con PNV fuera de la ecuaci?n: Junts. El triunfo ser? dif?cil. Pero en Génova aseguran que el “temor” que pueden provocar en el Gobierno con la posibilidad de sacar adelante proposiciones de ley siendo el primer partido de la oposici?n ya implica tener “medio objetivo cumplido”. En todo caso, solo quedan dos semanas de este periodo de sesiones.

Est? por ver si los socialistas pretenden volver a acercar a los conservadores a su iniciativa. El Ministerio que dirige Isabel Rodr?guez daba por hecho que el PP terminar?a dando luz verde a su norma hace semanas, teniendo en cuenta que es una ley que parte de la elaborada por el ?ltimo Ejecutivo de Mariano Rajoy, que impulsa la Federaci?n Espa?ola de Municipios y Provincias (FEMP) – también en manos del PP – y que, adem?s, la patronal exige con urgencia. A pesar de la ausencia de interlocuci?n en los grandes asuntos, populares y socialistas hab?an hablado durante meses de este asunto. Sin embargo, en Génova reprochaban que el Gobierno no hab?a sido sensible a sus peticiones y volv?a a criticar la “soberbia” del Ejecutivo.

En el n?cleo duro del PP mantienen su negativa a que ese acercamiento sea posible y ponen en valor la iniciativa conservadora que est?n terminando de afinar. Para la direcci?n nacional popular es muy importante seguir la din?mica de romper votaciones al Gobierno en el Congreso e impulsando mayor?as alternativas a la de la investidura de S?nchez. Ocurri? hace escasos d?as con una proposici?n de ley del PP para modificar el C?digo Penal y aumentar las penas a delincuentes leves multirreincidentes. PNV y Junts apoyaban la iniciativa e incluso el PSOE termin? sum?ndose.

Incertidumbre en el urbanismo

A pesar de que la base de la reforma de la ley de suelo de ambos partidos es similar, el PP quiere incluir en ella una enmienda a la totalidad de toda la pol?tica de viviendaaprobada por el Ejecutivo de S?nchez. Paloma Mart?n asegur? en el Senado que su propuesta contendr? la reforma de cuatro leyes. "Incluir? eliminar también los aspectos que est?n siendo m?s lesivos para el mercado, en particular el control de los precios, la declaraci?n de 'zonas tensionadas', el ?ndice de precios de los alquileres y la tolerancia con la okupaci?n", se?al?. Por este motivo, un gran acuerdo entre los partidos en esta iniciativa se antoja imposible.

La realidad es que a ninguna de las dos formaciones les salen a priori los n?meros. Aunque el PP lograse sacar adelante su reforma en el Senado, en el Congreso necesitar?a s? o s? el pl?cet de Vox y Junts, algo que podr?a ser complicado a pesar de que los dos partidos ya han coincidido en otras votaciones. Por su parte, el PSOE deber?a reeditar los apoyos que logr? S?nchez para sacar adelante su investidura, con todo el bloque progresista y nacionalista votando a favor. Sin embargo, la reforma no gusta ni en Podemos, ni en Sumar. Este ?ltimo lleg? a plantear una objeci?n cuando fue aprobada por primera vez en el Consejo de Ministros. Tampoco el voto del partido de Carles Puigdemont se puede dar por descontado, teniendo en cuenta que el futuro de la Generalitat est? abierto en canal.

A su vez, mientras no haya consenso para aprobar una reforma como est?, sin pr?cticamente contenido pol?tico, la incertidumbre en el urbanismo persiste. Tras la retirada de la ley en el Congreso, la Asociaci?n de Promotores y Constructores de Espa?a (APCE) defini? la reforma normativa como "una necesidad imperiosa" para dar "seguridad jur?dica al urbanismo espa?ol" y "atajar la falta de acceso a la vivienda". El comunicado conclu?a que, ante la manifiesta de que fuese rechazada, "era conveniente retirarla para dar oportunidad a la negociaci?n". Esta negociaci?n solo ha hecho m?s que empezar, pero tendr? m?s connotaciones pol?ticas que urban?sticas.



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