En grupos de nueve personas, y desde las nueve la ma?ana, 27 familiares que reclaman recuperar restos de personas enterradas en el Valle de los Ca?dos est?n visitando este lunes las criptas en que reposan sus antecesores, cuyos cuerpos fueron llevados al monumento en secreto por el franquismo en 1959.

Organiza la visita la Secretar?a de Estado de Memoria Democr?tica. El Gobierno trata de dar cumplimiento a peticiones formuladas el pasado 4 de abril en medio del disgusto que caus? que Pedro S?nchez s? pudiera subir a ver los trabajos cuando los familiares, que lo hab?an pedido reiteradamente, a?n no hab?an obtenido permiso para hacer esa misma visita.

A primera hora de la ma?ana han comenzado a llegar hasta el término madrile?o de San Lorenzo de El Escorial, en coches particulares, parientes de fusilados que hab?an formalizado peticiones por escrito a la Secretar?a de Estado después de la visita del presidente del Gobierno. El tour incluye un encuentro con el equipo de forenses que, bajo la direcci?n del doctor Francisco Etxeberria -presente hoy en el recinto- llevan a cabo los trabajos de recuperaci?n de los restos, clasificaci?n e identificaci?n mediante pruebas de ADN.

"Abuelo Pedro a casa"

En el primer turno han subido hasta el lugar de los trabajos la vecina de Barcelona Rosa Gil y su hijo Félix. Llevan m?s de diez a?os tratando de recuperar los restos de Pedro Gil Calonge, combatiente del bando franquista en la Guerra Civil, al que reclutaron como zapador y que perdi? la vida en el frente de Tardienta (Huesca). "Vamos a ver qué nos cuentan", dec?a, algo nerviosa Rosa en la puerta del Valle. Lleg? este domingo en AVE desde Catalu?a y ahora ha subido esperando quiz? poder ver con sus propios ojos el hueco en el que fue metido su abuelo.

La intenci?n de la familia es dar sepultura al cuerpo, si se recupera finalmene, en la localidad soriana de Tajahuerce, de donde era originario el recluta Gil Calonge. Silvino, hijo del soldado, no ha podido ver cumplido su deseo: muri? ya octogenario el a?o pasado. Para esta familia que tuvo en paradero desconocido a su antecesor, la exhumaci?n es un objetivo prioritario. Hasta el chat de whatsapp familiar se llama "Abuelo Pedro a Casa".

A?os de espera

Entre los visitantes est?n también los familiares de los hermanos Lape?a Altab?s, Antonio Ramiro y Manuel, anarquistas fusilados en Arag?n en 1936 y cuya reclamaci?n, acogida al derecho decimon?nico de digna sepultura, obtuvo una sentencia pionera que lleva a?n incumplida ocho a?os.

El abogado que defendi? a esta familia y otras ante los tribunales, Eduardo Ranz, ha tenido tiempo de recurrir a todo tipo de instancias, desde el Tribunal Constitucional hasta el Vaticano. Este lunes ha recordado a El Peri?dico de Catalunya, del mismo grupo editorial que este peri?dico, que "lo que nos trae al Valle es un proceso que se formula con una denuncia en el a?o 2012; en 2016 se obtiene el Auto judicial, y desde el primer momento nos hemos mostrado en una actitud de colaboraci?n con los distintos Gobiernos", Pero el tiempo transcurrido en esta larga espera se deja notar. "Repasas fotos del primer d?a hasta hoy, y ves entonces todos con pelo negro, hoy con canas. Entre medias ha habido demasiados entierros, el de Manuel Lape?a, de Silvino Gil, Pascual Cansado, Miguel ?ngel Capapé", comenta recordando a los que han muerto esperando.

"Hoy es un d?a de duelo, pero también de reparaci?n -cree Ranz-, porque estamos conociendo el laboratorio in situ en el Valle, frente a los huesos de los que pueden ser nuestros familiares y recibiendo una explicaci?n. Hemos muerto muchas veces, esperando esta visita. Se trata de hacer el mismo camino que hicieron ellos, pero a la inversa y esta vez cargados de dignidad. El cumplimiento del auto de los hermanos Lape?a, es necesario para que este pa?s supere muchos traumas".

Dificultades

La visita se lleva a cabo sin que se permita el acceso a los medios de comunicaci?n, y entre severas medidas de seguridad por el mal estado de las criptas de la bas?lica de la Santa Cruz, el templo horadado en el risco de Cuelgamuros que es el espacio principal del recinto monumental.

En las criptas laterales de la iglesia excavda en la roca fueron inhumados 34.000 muertos de la Guerra Civil, de los que algo m?s de 17.000 ser?an republicanos. All? estuvieron también José Antonio Primo de Rivera y Francisco Franco, hasta sus respectivas exhumaciones.

Por la imposibilidad de identificar restos que veinte a?os después de la guerra fueron sacados por los gobiernos civiles de fosas comunes, pozos y cunetas, no existe un listado completo ni est?n descritos en papeles oficiales los contenidos de todas las cajas de huesos que se api?an en esas criptas. Los trabajos del equipo de forenses y polic?as cient?ficos se llevan a cabo lentamente y, en algunos casos, con mucha dificultad por el estado de deterioro y amontonamiento de esas cajas.



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