El empresariado alem?n ha expresado su claro rechazo a los extremismos y acude cohesionado en defensa de los "valores" ante las elecciones europeas. Los motivos son varios: desde el temor a los estragos que provocar?a en la primera econom?a de la zona euro un 'dexit' -juego de palabras entre 'brexit' y 'Deutschland'- a la necesidad de atraerse a trabajadores extranjeros para suplir su déficit de personal. A ello se unen las sospechas de que los autoproclamados "patriotas" de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) son c?mplices de dos grandes enemigos comerciales, Rusia y China. Las sospechas de corrupci?n al servicio de Mosc? o de espionaje para Pek?n persiguen al cabeza de lista de la AfD para las europeas, Maximilian Krah, y a su segundo, Petr Bystron.

Sin mencionar expl?citamente a la AfD, segunda fuerza en intenci?n de voto, un grupo de 30 empresas punteras presentaron una alianza bajo el lema de 'Estamos con los valores'. Pretende sensibilizar a sus trabajadores para que voten a fuerzas democr?ticas. En este grupo est?n Volkswagen, Bosch, Siemens, Mercedes, la compa??a de ferrocarriles Deutsche Bahn y el Deutsche Bank. Representan aproximadamente 1,7 millones de puestos de trabajo en Alemania.

'Somos una alianza en defensa del respeto, la tolerancia y la diversidad', apunt? el presidente de Siemens, Roland Busch. El extremismo representa "la divisi?n" y "amenaza nuestro futuro", seg?n el del Deutsche Bank, Christian Sewing. "Los inversores miran con preocupaci?n ciertas evoluciones pol?ticas y temen por sus inversiones en nuestro pa?s", a?adi? el jefe del l?der de la banca alemana.

Esta alianza sigue a una iniciativa individual del llamado 'Rey de los Tornillos', el empresario Reinhold Würth, quien se dirigi? a sus empleados para pedirles que no voten a la AfD. Würt, de 89 a?os, es una figura legendaria y asegura haber actuado por convicci?n democr?tica. También ha admitido, sin embargo, que su rechazo a la AfD puede costarle pérdidas de 1,8 millones de euros en pedidos que dejar?n de llegarle.

Entre el empresariado alem?n domina la preocupaci?n por un hipotético abandono de la Uni?n Europea (UE). La presidenta de la AfD, Alice Weidel, ha asegurado que su partido impulsar? un referéndum a imagen del que llev? a Reino Unido a salir del bloque comunitario.

"Nuestro éxito depende de las relaciones comerciales dentro de la UE. Estamos en contra de cualquiera que se postule contra la unidad europea y la cooperaci?n internacional“, resumi? el presidente de Thyssenkrupp, Miguel L?pez. Casi un 80 % del empresariado alem?n comparte este temor, advierte el Instituto Alem?n de Econom?a (IW). Las pérdidas econ?micas se estiman en unos 690.000 millones de euros en los cinco primeros a?os fuera de la UE, seg?n los c?lculos de la IW.

La industria alemana sufre los estragos derivados de la falta de personal en pr?cticamente todos los sectores. Se estima que Alemania precisar?a atraerse a 400.000 trabajadores anuales para cubrir sus necesidades. El discurso xen?fobo de la AfD es un factor disuasorio m?s para atraerse trabajadores extranjeros, especialmente en el este de Alemania. Ah? la ultraderecha es primera fuerza en intenci?n de voto y las situaciones de acoso, intimidaci?n o agresiones preocupan no solo a la clase pol?tica, sino también al ?mbito empresarial.



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