Inglaterra pasar? a octavos de la Eurocopa y puede llegar lejos. B?sicamente, porque tiene 26 futbolistas de primer nivel capaces de sacar con talento individual cualquier enfrentamiento. Pero el cuadro inglés est? lejos de ser una de las grandes favoritas del torneo. Frente a Dinamarca no pas? del empate. O lo que es lo mismo: repiti? la pobre imagen del debut ante Serbia, que se jugar? con los daneses y eslovenos su plaza en la lucha por el t?tulo. El responsable de que el cuadro inglés convierta cada tertulia deportiva en el pa?s en un incendio es Gareth Southgate. Casi ocho a?os después de asumir el cargo, la Inglaterra m?s talentosa de siempre sigue teniendo tan cerca y tan lejos ganar la primera Eurocopa.


Misma alineaci?n, mismas sensaciones

Cuesta entender que un equipo como Inglaterra sea tan duro de ver. Los focos apuntan a Southgate, que insisti? con el mismo once que venci? a Serbia aplicando el m?nimo esfuerzo. Mismas sensaciones en una selecci?n sin evoluci?n que cuenta con Foden, Bellingham, Kane, Walker o Rice. Por eso sorprende su estatismo. Solo las individualidades rompen la hora de la tila en la que se ha instalado un cuadro inglés que est? en la Eurocopa con el piloto autom?tico. Conjunto sin alma y sin centro del campo que sufre contra cualquier rival.

Southgate ha llevado a Inglaterra a una semifinal de un Mundial y a una final de Eurocopa, pero su tutela de la generaci?n m?s talentosa del pa?s inventor del f?tbol es deficiente. A Dinamarca le bast? mover el bal?n con orden para recuperarse del gol de Kane. Fue un tanto de oportunista del Bota de Oro que aprovech? un error de Kristiansen. El danés se durmi? y apareci? Walker para poner su nombre en el partido con un robo que result? efectivo.

No le afect? el golpe a Dinamarca, porque Inglaterra es una selecci?n que no intimida a nadie. Foden se rebel? contra la asfixia que supone condenarle al extremo. El del Manchester City fue el ?nico que mejor? con respecto al duelo frente a Serbia. Bellingham es la Isla de Man, un jugador con una autonom?a dependiente de un grupo que no se est? creyendo su participaci?n en el torneo. Las jugadas les salen porque son superiores, pero no porque exista un plan trazado, lo que a la larga les perjudicar?.


Los cambios de Southgate no surtieron efecto

El tanto del empate de Hjulmand, superada la media de hora, fue la consecuencia l?gica de la apat?a inglesa. El del Sporting de Portugal se present? con un gran disparo desde fuera del ?rea, pegado al palo, que derrumb? a Pickford. La jugada se origin? después de un error en la salida de Kane, que dej? el bal?n muerto en la zona central. Pero la pregunta era: ?qué hac?a el delantero centro de Inglaterra sacando el bal?n desde esa posici?n?

Cu?nto escarnio soport? Maguire, quien fue, junto a Grealish, descarte en la convocatoria de la Eurocopa. Pero con él al frente, la zaga de Inglaterra no parec?a un 'british pie' que se perfora con un tenedor. La charla de Southgate al descanso funcion? como el casete de un 'listening'. Un mensaje indescifrable para una selecci?n a la que se le exige el m?ximo. Lo mejor que le pod?a pasar a Inglaterra era que hombres como Foden hablasen en su propio idioma, como sucedi? con un latigazo antes de cumplirse la hora de partido.

Dinamarca, que fracas? en su debut ante Eslovenia, termin? por acularse gracias al efecto intimidatorio de Saka. Inglaterra empez? a jugar con la inspiraci?n, un argumento m?s efectivo que la pizarra de un Southgate que denost? la creatividad y apost? por la energ?a. El partido le pas? por encima a los centrales ingleses, inseguros en cada conducci?n. Rice se quejaba de los pases de sus compa?eros.



El mérito o el descrédito de este partido iba a ser para Southgate, como dej? claro con un triple cambio en el que retir? a Kane, Foden y Saka para dar entrada a Bowen, Ollie Watkins y Eze. Ante la pasividad inglesa, Dinamarca termin? por creerse algo m?s que el empate con el que se lleg? al final. La ?ltima jornada ser? una guerra abierta de la que Inglaterra puede salir todav?a m?s debilitada para afrontar la incierta carrera por la Eurocopa, donde un 'Brexit' p



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