La cuenta atr?s hacia una repetici?n electoral est? activada y Catalu?a se aboca a un pacto 'in extremis' para evitarlo. El Parlament ha certificado este miércoles que no hay un candidato dispuesto a optar a la investidura, y el presidente de la C?mara, Josep Rull, ha firmado un acto equivalente a un intento fallido para poner en marcha el reloj. Si antes del 26 de agosto no hay president, los catalanes volver?n a ser citados a las urnas de forma autom?tica el 13 de octubre.

El hemiciclo ha exhibido la marat?n: Salvador Illa (PSC), ganador de las elecciones, parte con m?s opciones que el segundo en la 'pole', Carles Puigdemont (Junts), que alienta su regreso y exige una abstenci?n socialista que ya le niegan. El socialista negocia ya con ERC y los Comuns para atar un acuerdo que le abra las puertas del Palau de la Generalitat, cuya clave ser? otorgar una financiaci?n "singular" para Catalunya, una concesi?n que requiere del concurso del Gobierno del PSOE, pero que estar? a la espera de que la militancia republicana, inmersa en una crisis interna por los resultados electoral y con una presidencia del partido vacante tras la dimisi?n de Oriol Junqueras, lo avale.

La sesi?n parlamentaria se ha iniciado con el estreno en el atril de la l?der de la extrema derecha independentista de Aliança Catalana, Silvia Orriols: "Ja som aqu?", ha espetado, asegurando que su partido no investir? "ni a espa?olistas ni a procesistas" para "tercermundizando Catalunya", un discurso islam?fobo que ha zanjado exigiendo una ley de extranjer?a "potente" y una Constituci?n "catalana". Rull ha tenido que advertirle de que la libertad de expresi?n no ampara el discurso de odio que incita a la violencia.

Los cuperos, que se han constituido como subgrupo dentro del grupo mixto que comparten con el partido de Orriols, se han centrado en atacar al PSC y a Junts, porque a su juicio "comparten el mismo programa". "Es imposible apoyaros, no facilitaremos el regreso de la sociovergencia", ha despejado la diputada Laia Estrada.

Por su parte, la l?der de los Comuns, Jéssica Albiach, ha advertido de que solo hay dos opciones -un pacto progresista o una nueva cita con las urnas-, por lo que se ha comprometido a llegar a un acuerdo. As?, ha pedido armar un Govern "estable y valiente", teniendo en el retrovisor el Ejecutivo que sigue liderando ERC en minor?a con el presidentPere Aragonès. Eso s?, ha alertado a Illa de que le toca esforzarse para lograrlo. "Tenemos la oportunidad y una mayor?a posible, soy optimista", ha sentenciado.

El dirigente del PP catal?n, Alejandro Fern?ndez, ha defendido que el PSC "ha vuelto a enga?ar" porque se inclina por pactar con ERC, cargando con dureza, pero siempre con su tono ir?nico, contra los acuerdos entre socialistas e independentistas en el Parlament y en el Congreso.

El aviso de ERC

El diputado republicano Josep Maria Jové ha cargado contra Illa y Puigdemont por "no tomar en serio al pa?s" al no presentarse a la investidura, y ha criticado que les haya faltado "valent?a y coraje", recordando que Aragonès s? se present? pese a saber que en el primer intento no saldr?a elegido. "Reh?yen su responsabilidad y nos duele porque ustedes han puesto en duda nuestra responsabilidad a la hora de liderar el pa?s", ha rematado. A sabiendas de que sus 20 parlamentarios son indispensables para Illa, Jové ha tratado de sacudir el papel protagonista de los republicanos, cortejados por todos, defendiendo que hay una suma con m?s apoyos: la del PSC y Junts. "No den por hechos los votos de ERC en sus supuestas mayor?as, ni por ser independentistas ni por ser de izquierdas", ha rematado, y ha vuelto a poner sobre la mesa las condiciones para un acuerdo: la financiaci?n, el estado del bienestar, el refuerzo del catal?n y la lucha contra la extrema derecha.

En el turno de Junts, Albert Batet, ha defendido que Puigdemont puede ser investido aunque no haya ganado las elecciones, como lo fue Pedro S?nchez o Jaume Collboni, si bien en estos dos casos hubo una mayor?a alternativa y nunca el primero en el escrutinio dio sus votos al segundo. Batet ha vuelto a presionar al PSC para que facilite la reelecci?n de su candidato, sugiriendo que el acuerdo entre el PSOE y Junts en Bruselas puede quedar en jaque, eso es, dejar de apoyar al presidente del Gobierno. "Seriedad, humildad y discreci?n", se ha recetado para las negociaciones.



El colof?n al debate lo ha puesto Illa, quien ya avisado de que no entrar?a a replicar a los grupos en pro de la negociaci?n, y ha defendio que su actitud ser? la de "esperar" y "apelar a que no se bloquee". "Solo hay una mayor?a aritmética viable", ha insistido, tendiendo la mano a ERC y Comuns. "Quiero un buen pacto progresista", ha remachado, aislando a la derecha extrema y a la extrema derecha de las conversaciones: "A trabajar".



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