La euforia y j?bilo de las fuerzas ultraderechistas, que encabezan los resultados en la primera ronda de las elecciones anticipadas celebradas en Francia, contrasta profundamente con el atronador silencio de las instituciones europeas ante el devenir pol?tico de la que es la segunda potencia econ?mica de la UE y de las consecuencias que una victoria del Reagrupamiento Nacionalde Marine Le Pen podr?a tener para el resto del club. Como siempre la consigna es mantener silencio y esperar al desarrollo de los acontecimientos antes de pronunciarse.

“Nunca comentamos sobre las elecciones en los Estados miembros y tampoco lo haré en este caso”, se ha escudado este lunes el portavoz de la presidenta de la Comisi?n Europea,Ursula von der Leyen. Un d?a después del tsunami desencadenado en Francia por los extraordinarios resultados de la extrema derecha tampoco han querido valorar la tendencia preliminar -por confirmar en la segunda vuelta del 7 de julio- ni el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ni del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, aunque la inquietud en los pasillos de las instituciones y en muchas capitales europeas por el auge de este tipo de formaciones es m?s que palpable.

“Ayer la extrema derecha estaba a las puertas del poder. Hoy las puertas est?n entreabiertas. Es imperativo que nos unamos para detenerlo”, avisaba la presidenta de los socialdem?cratas de la Euroc?mara, Iratxe Garc?a. “Aman a Putin, el dinero y el poder sin control. Y ya est?n en el poder o est?n intentando alcanzarlo en el este o en el oeste de Europa. Est?n uniendo filas en el Parlamento Europeo. En Polonia revertimos esta marea en el ?ltimo momento. No lo desperdiciemos”, ha reivindicado este lunes en un mensaje en las redes sociales el primer ministro de Polonia, Donald Tusk, evocando “el gran peligro” que suponen para el Hex?gono y para el continente europeo que un partido como Le Pen gobierne en un pa?s fundador como es Francia.

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Ante la prensa en Rzeszow, cerca de la frontera con Ucrania, el que fuera presidente del Partido Popular Europeo ha sido este lunes mucho m?s expl?cito al alertar de una “peligrosa” tendencia --ya vivida en Italia, Austria, Suecia o Pa?ses Bajos-- que podr?a llevar al pa?s que preside Emmanuel Macron a convertirse muy pronto “en el enfermo de Europa”, condenada a protagonizar un “enfrentamiento entre fuerzas radicales de extrema derecha y de extrema izquierda”. A la espera del resultado definitivo del 7 de julio hay, sin embargo, quien se encoge de hombros y reconoce que “no podemos hacer otra cosa sino esperar”. “No voy a especular sobre lo que puede pasar en Francia tras las elecciones, pero si uno lee los elementos del programa se hace una idea”, evoca otro diplom?tico sobre lo que podr?a esperar a la UE en los pr?ximos meses con un gobierno antieuropeo m?s sentado en el Consejo Europeo.

Orb?n, al frente del barco

De momento quien ha asumido la presidencia semestral rotatoria de la UE este 1 de julio, con el lema “Hacer que Europa vuelva a ser grande de nuevo”, ha sido otro de los pol?ticos m?s controvertidos en la escena europea: el primer ministro h?ngaroViktor Orb?nque se ha desplazado a Bruselas para tomar el testigo del primer ministro de Bélgica, Alexander de Croo. Un acto plasmado con un apret?n de manos, pero sin declaraciones a la prensa. Aunque De Croo ya dej? claro qué significa el encargo. “La presidencia no significa que seas el jefe de Europa. La presidencia significa que eres quien tiene que hacer los compromisos para llegar a acuerdos. Es una posici?n interesante en la que estar al menos una vez en la vida, as? que, definitivamente, se la puedo recomendar al se?or Orb?n”, dec?a el pasado viernes el liberal belga que este lunes le ha deseado suerte y trabajar “en beneficio de todos los ciudadanos de la UE”.

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Y es que, de Hungr?a, uno de los socios europeos m?s cercanos al Kremlin, que lleva meses bloqueando la financiaci?n a Ucrania y que es objeto de un procedimiento sancionador por vulneraci?n del estado de derecho, se espera que ejerza durante los pr?ximos seis meses de mediador honesto en la b?squeda de consensos. Lo positivo, a ojos de los m?s cr?ticos con Budapest, es que la presidencia belga ha logrado cerrar pr?cticamente todos los expedientes importantes -desde el inicio de negociaciones de adhesi?n con Ucrania o el uso de los beneficios de los activos congelados al banco nacional ruso, hasta la ley de restauraci?n de la naturaleza, el pacto migratorio o la reforma de la gobernanza econ?mica- que hab?a sobre la mesa y que en el pr?ximo semestre, hasta que entre la nueva Comisi?n Europea en diciembre, no habr? pr?cticamente actividad legislativa.

Adem?s, “la presidencia tiene un papel importante a la hora de fijar la agenda, pero no tiene tanto poder para hacer lo que le da la gana”, recuerdan fuentes diplom?ticas. Algo que no le impedir? a Orb?n utilizar la palestra europea para dar rienda suelta a las reivindicaciones de una presidencia que promete no ser una m?s. “No se trata s?lo de hacer funcionar la maquinaria. Tenemos que dirigir el barco porque Europa no va en la buena direcci?n”, ha dicho el ministro de asuntos europeos, Janos B?ka. Hungr?a no solo ha tomado este lunes las riendas de dirigir la agenda europea, el Fidesz de Orb?n también intenta formar un nuevo partido de ultraderecha en la Euroc?mara llamado 'Patriotas por Europa' -se necesitan al menos 23 eurodiputados de 7 pa?ses- que cuenta hasta ahora con 4 miembros: el ANO checo, el FPO austr?aco y el Chega portugués.



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