Creer es un acto de fe. Yo, que me dedico a construir marcas, siempre digo que la Iglesia cat?lica, en occidente, es la mejor marca que se ha creado. El mejor relato, la biblia. Un espectacular punto de venta, sus iglesias. Un gran logo, la cruz. Un uniforme corporativo impresionante, la vestimenta de los curas. Pues el Barça, como muchos otros grandes equipos de f?tbol, podr?an acercarse a ese relato siendo peque?as sectas. Sus estadios, camisetas, escudos y dirigentes se han construido con casi la misma diligencia y significado que las religiones. Porque el f?tbol en s? mismo, para muchos, es un credo. El Barça, més que un club.

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Ese acto tan irracional que nos hace ser de un equipo de futbol de forma tan aférrima como creemos en un Dios confiere a los mandatarios un ?urea de semidioses. Ah? es donde Laporta siempre hab?a reclutado la mayor parte de sus fieles, entre los que creen que el amor a unos colores es un acto dogm?tico y los que piensan que sus presidentes son los pont?fices de los clubes. Obviamente, no hay como tener el altar para someter a los creyentes con homil?as semanales y arengas continuas a los que no siguen su ideolog?a. Jes?s Gil, Lopera, Del Nido o Lendoiro construyeron ese relato en otra época. Mejor no volver a ese f?tbol, ni a su significado. En el f?tbol actual, los directivos o los accionistas pierden protagonismo frente a los entrenadores o los deportistas. Nadie sabe quién es el presidente del United, del City o del Chelsea, cuesta saberlo del Bayern o del Leverkusen, y de la nueva era, el que va peor, el PSG, es el m?s reconocible en ese sentido.

A los tres meses de la victoria de Laporta, si a los culés nos hubieran hecho decidir entre Messi y Jan, ?qué habr?amos elegido? Si nos volvieran a preguntar hoy ?ser?a el resultado muy distinto? En una encuesta publicada esta semana, a los culés ya les preocupaba m?s la econom?a de la entidad y el mism?simo presidente que ning?n otro aspecto del Barça. A?adan un art?culo de Manel Pérez, siempre veraz, bien informado y diligente en temas econ?mico-empresariales, una pluma que deja la secci?n de econom?a para saltar a las p?ginas de deporte cuando suficientemente importante, alertaba de como se hab?a parapetado la operaci?n de la salida a bolsa de Barça Studios, que finalmente ha acabado en un fiasco que, por cierto, era bastante previsible.

La situaci?n econ?mica, pese a las promesas de cuadrar los n?meros de esta temporada, no pinta bien, subterfugios aparte. La gesti?n profesional es inexistente en todos los ?mbitos. Vamos a ver como evolucionan las obras del estadio. Las secciones est?n en deconstrucci?n selectiva. No ha empezado la temporada y es dif?cil ser creyente, que entre la pelotita gracias al liderazgo de un ni?o de 16 a?os, parece que ser? la ?nica opci?n que puede mantener a Laporta hasta el fin de mandato.**



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