Se han pasado d?as algunos futbolistas franceses clamando contra el ascenso al poder de las fuerzas ultraderecha de la pol?tica. Hay otra Francia conservadora. Muy visible. Incluso m?s. La de la selecci?n de f?tbol. La que preconiza Didier Deschamps, que no regala ni una sonrisa. Ni marca ni deja marcar.

El rival de Espa?a en la semifinal, secular enemigo al que solo se gana de uvas a peras, muestra la fortaleza del equipo que no pierde (desde la final de 2016 en competici?n oficial) pero al que le cuesta mucho ganar (dos partidos de los cinco en la actual edici?n). Nunca pareci? tan pétrea, pero nunca pareci? tan asequible.

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Mbappé celebra el gol que marc? de penalti a Polonia.
Fabio Ferrari /LAP
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Un ataque que no marca...

Tres goles a favor en cinco partidos, y solo uno de propia iniciativa: el penalti transformado por Kylian Mbappé ante Polonia. Dos goles regalados en propia porter?a: el del austriaco W?ber y el del belga Vertonghen. Los dos que han reportado las dos ?nicas victorias. Ocho equipos eliminados han marcado m?s tantos que los franceses.

Un dato de dif?cil explicaci?n para un equipo que cuenta con un astro de talla mundial como Mbappé, escoltado por sus tres compa?eros del ataque del Paris Saint Germain (Ousmane Dembélé, Bradley Barcola y Randal Kolo Muani), el m?ximo goleador de la historia de la selecci?n (Olivier Giroud), el cuarto (Antoine Griezmann), un campe?n de la Serie A con el Inter (Marcus Thuram) y un delantero que del Bayern de M?nich (Kingsley Coman).

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Koo Muani agradece la fortuna que le acompa?? con el gol a Bélgica.
La Presse / AP
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Las dos ?nicas victorias de Francia han procedido de los dos goles en propia puerta que les han beneficiado.





S?lo ha marcado Mbappé, y limitado por la m?scara que porta desde que rompiera la nariz en el primer encuentro. Los fallos en el remate, algunos clamorosos, no han inquietado a Deschamps porque no han frenado el avance del equipo hasta las semifinales. Tal vez est? m?s cerca el d?a en que Griezmann enfocar? la porter?a y Dembélé no chutar? a la grada.

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Koundé transforma su penalti ante Diogo Costa en los cuartos de final ante Portugal.
La Presse / AP
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La defensa que no deja marcar

Avisaba Roberto Mart?nez, el seleccionador de Portugal, que una de las cosas que m?s le preocupaba de Francia era la velocidad de su contrataque. Ergo que Francia se defiende. Y, en efecto, se defiende y muy bien. El mejor. S?lo ha encajado un tanto, y también fue de penalti. Lo transform? Robert Lewandowski, a la segunda.

La fuerza ultraconservadora de Deschamps funciona. Y da los resultados que busca el técnico. Ha encontrado cuatro l?deres que funcionan: Jules Koundé, Dayot Upamecano, William Saliba y*Théo Hernandez. Ninguno campe?n con sus respectivos clubs, por cierto, pero una f?rmula perfecta para Francia. Inamovibles los cuatro, han disputado ?ntegramente los 480 minutos de los cinco partidos. Ni migajas han dejado a los cuatro suplentes.

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Mike Maignan y Theo Hernandez celebran euf?ricos el final de la tanda contra Portugal.
La Presse / AP
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Los cuatro defensas (Koundé, Upamecano, Saliba y Theo) han disputado ?ntegramente los cinco encuentros.





Han contado, delante, con la solidaridad de los centrocampistas, tipos responsables y que a?nan esp?ritu defensivo y poder?o f?sico, como N'Golo Kanté y Aurelién Tchouaméni. Por detr?s ha vivido bastante tranquilo el meta Mike Maignan hasta el partido con Portugal, que sac? manos y pies para alcanzar la pr?rroga.

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Bruno Fernandes acosa a Maignan, en un lance del partido.
Hassan Ammar / AP
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El sistema cambiante

Se adapta Deschamps (55 a?os), el m?s longevo de los seleccionadores actuales (desde 2012 al frente de la selecci?n francesa, a los tiempos y al lenguaje que requiere cada momento. El entrenador ve que el equipo no discurre rodado como desear?a y ha ido cambiando de sistema. Sin perder nunca de vista que la prioridad es conservar el cero de la porter?a de Maignan.

La virtud de la ductilidad solo tiene la coartada de los resultados. Empez? con el 4-2-3-1 frente a Austria, cambi? al 4-3-3 para medirse a Bélgica y dibuj? un 4-4-2 ante Portugal. La pieza m?s rotatoria ha sido Griezmann, mediapunta central en el primer dibujo y el centrocampista que cerraba el rombo en el ?ltimo y extremo derecho bajo la f?rmula de los tres puntas, como si el funcionamiento del equipo dependiera del futbolista del Atlético.

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Deschamps, de espaldas, salta de alegr?a tras el gol de Kolo Muani.
La Presse / AP
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Las figuras no brillan

Extraviado fuera del ?rea y desacertado dentro, Griezmann resume el mal papel desempe?ado por las estrellas del equipo, las que deber?an dar la p?tina de brillo al equipo, la riqueza del adjetivo al verbo. Todo es plano.

Ha habido risas con los 23 remates intentados por Cristiano Ronaldo y los cero goles que ha marcado, pero detr?s de él marcha Mbappé con 20 disparos y un gol de penalti. La evidente limitaci?n que sufre por el malestar de la m?scara ha afectado al grupo, pero no es responsabilidad suya que sus compa?eros hayan fallado por igual, y sin antifaz. Thuram, Griezmann y Tchouaméni han rematado 12 veces y Dembélé, MVP ante Portugal, 8.

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Antoine Griezmann se lamenta de una ocasi?n perdida frente a Pa?ses Bajos.
La Presse / AP
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Mbappé sufre la evidente limitaci?n de las m?scaras, pero Thuram, Griezmann y Tchouaméni han rematado 12 veces y Dembélé, 8, sin acertar ni una.





El mejor goleador de Francia es Propia Puerta, algo tan anecd?tico como sintom?tico. Echan unas risas en p?blico los jugadores, y se muestra despreocupado Deschamps, que subraya la importancia de crear las situaciones de gol, con la convicci?n y la confianza de que alguien acabar? transformando las oportunidades.

Hasta que los resultados son adversos. También en el f?tbol.



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